
La forma en la cual expresan los niños estas emociones es muy variada dependiendo de la edad, la personalidad del niño y las circunstancias particulares de la separación.
En esta medida tienen distintas preocupaciones que también van cambiando con el tiempo y con el desarrollo de los acontecimientos. Por ejemplo, algunos les inquieta saber acerca de si podrán continuar viendo al padre que no obtenga la custodia y si la familia tendrá problemas financieros.
Es normal que sientan ansiedad y que quieran saber dónde y con quién van a vivir después de la separación. Igualmente siente preocupación por como se sentirá el padre que se va, si cuidaran de el o si va a tener las mismas comodidades de las que gozaba en su hogar; al tiempo sienten pena por dejar sola a su madre o su padre cuando van a casa del otro.
A veces se sienten culpables de estar disfrutando con uno de los padres mientras el otro permanece solo.
Suelen sentirse culpables y piensan que alguna actitud inadecuada de su parte, como desobedecer, pelear o no cumplir con sus deberes, pudo haber provocado la separación y que si se portan podrían lograr mágicamente que todos volvieran a estar juntos.
Entonces los adultos deben ser muy perceptivos para darse cuenta de lo que el niño está sintiendo y distinguir cuando la demanda es real y en que momento pudiera estar manipulando. Entenderlo es una forma de acompañarlo, estar cerca y querer de verdad ayudarlo.
Es importante tener en cuenta algunos aspectos como los siguientes:
-Esté atento a observar cambios en los comportamientos de los niños. Fíjese si muestran señales de malestar, si están mas irritables, nerviosos, si demuestran mas rabietas, perdida de apetito, contusión, pesadillas, agresión, aislamiento o apegamiento extremo.
-Hágalos sentir seguros hablándoles, acariciándolos y acompañándolos.
-Mantenga sus juguetes favoritos a mano
-Mantenga sus rutinas lo mas posible
-Leales libros sobre el divorcio
-Tenga una actitud comprensiva con sus deseos de reconciliación de los padres
-Anímelos a hacer preguntas y a hablar sobre sus pensamientos y sentimientos
-Demuestre sensibilidad por sus temores
-Dígales repetidamente que no son responsables por el conflicto o la separación
-Apoyar la relación del niño con el otro padre
-Haga exigencias justas y adecuadas a la edad
-Finalmente, tenga en cuenta que no todas las conductas de los niños durante este tiempo están relacionadas con el divorcio.
Tenga una actitud tranquila y paciente, los niños tienen muchos recursos para adaptarse a las circunstancias, solo necesitan el apoyo y guía de sus padres
Por: María Elena López
Fuente:
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