Pasos para superar la codependencia emocional:
- Romper negación: es la fase más compleja y vital del proceso. Consiste en la admisión del problema, la aceptación de ser parte de él, y la rendición para buscar ayuda en un profesional.
- Autoconocimiento: debemos conocernos a nosotros mismos para entender qué patrones culturales arraigados en nuestra identidad nos han llevado a ser codependientes.
- Inventario moral de conciencia: dejar ir el egoísmo y liberarse de posibles rencores permite que demos un paso hacia la superación personal y el crecimiento de nuestra autoestima.
En este artículo, están desarrollados cada uno de esos pasos para que sepas cuál es la ruta a seguir si deseas superar la codependencia emocional.
También, si lo prefieres, aquí está la información explicada en un video:
Para recuperarnos de la codependencia, es importante repasar su significado:
La codependencia es una condición psicológica y emocional que implica una adicción a una persona con la que se mantiene una relación interpersonal. Puede ser un amigo, familiar, o pareja.
Y, de igual manera, sus síntomas principales:
- Querer controlar la vida de familiares, amigos y/o pareja.
- Tener dificultades para establecer límites en las relaciones interpersonales.
- Necesitar satisfacer las necesidades de los demás y ponerlas por encima de las propias.
- Sentirse atraído hacia personas problemáticas.
- Acostumbrarse al abuso emocional.
¿Cómo superar la codependencia en la pareja? [Tratamiento en 3 pasos]
Para superar la codependencia emocional, debes seguir los siguientes pasos:
Romper negación
La negación es un instinto natural de conservación y de protección.
Como humanos, preferimos tapar la realidad para evitar sentir el dolor. El problema es que, al prolongarse, impide tomar contacto con la situación.
Esta negación le permite al codependiente minimizar los incidentes que suceden en la relación y así justificar su permanencia.
Las consecuencias de vivir en negación son:
- Evadir la realidad racionalizando y justificando cualquier evento.
- Ignorar o minimizar el abuso psicológico y emocional (en algunos extremos hasta abuso físico, los gritos, maltratos, continuas infidelidades, discusiones, peleas).
- Negar lo que sucede.
- Fantasear sobre cómo las cosas mejorarán mágicamente.
- Creer en mentiras y acabar mintiéndose a sí mismo.
- Deprimirse o enfermarse.
- Tener que acudir a doctores o tomar tranquilizantes.
Por eso, esta es la etapa más importante para lograr la recuperación, pues implica reconocer la existencia de un problema y comenzar a buscar ayuda para solucionarlo.
Se divide, a su vez, en tres pasos:
La admisión: ¿Cómo dejar de ser codependiente?
En este momento, se admiten principalmente dos cosas:
- La dificultad de relacionarse de una manera saludable con las personas, ya que utilizamos un vínculo emocional para llenar un vacío en nuestra vida.
- Que nuestra emocionalidad se ha vuelto ingobernable.
¿Por qué ingobernable?
Porque estamos enganchados emocionalmente a nuestras relaciones y confundimos el apego con el amor.
Esa confusión hace que sea difícil notar algunos síntomas de codependencia, pues muchas veces están bien vistos socialmente por nuestras convenciones culturales.
Admitir que lo que sucede en nosotros no es normal implica estar dispuesto a cambiar patrones y creencias muy arraigados en nuestro subconsciente.
La aceptación: ¿Cómo trabajar la codependencia en terapia?
En este momento, se acepta que existe un verdadero problema en nosotros.
Es probable que, para llegar a la aceptación, antes se atraviesen sentimientos de ira, regateo o depresión.
Esto se debe a que el proceso de salir y romper la negación es muy duro:
La aceptación implica entender que nos hemos expuesto a situaciones donde nos han maltratado y abusado emocionalmente porque así lo hemos permitido.
Reconocerlo y finalmente aceptarlo es una experiencia lenta y gradual, como un duelo.
No es posible aceptar de manera automática e indiferente que hemos sido responsables de la situación emocional de codependencia en que nos encontramos.
Por eso, es importante contar con el conocimiento de un terapeuta profesional especializado que brinde guiatura y apoyo espiritual.
Un soporte centrado en la espiritualidad, más allá de lo intelectual, permite superar el dolor del desprendimiento emocional.
Reconocer que hemos sido parte del problema amerita fortaleza y tiempo.
¿Por qué hemos sido parte del problema?
Porque, al quedarnos en una relación codependiente, consentimos que se negociaran valores y posiblemente ocurrieran abusos emocionales.
Indirectamente, apoyamos conductas destructivas y egoístas. Algunas de ellas son manipulaciones, mentiras, infidelidades y deseo de controlar la vida de la otra persona.
Espiritualmente, un terapeuta puede ayudarte a encontrar en ti la fortaleza que necesitas para dejar de sentirte vacío a menos que estés junto a alguien más.
Es precisamente la claridad espiritual la que también te ayudará a ser coherente entre tus pensamientos, sentimientos y acciones y continuar con el siguiente paso.
La rendición: ¿Cómo salir de la codependencia?
En esta etapa se elimina la resistencia para escuchar soluciones y comienza una apertura de consciencia para superar la codependencia.
Rendirse significa ceder el control, reconocer la incapacidad de manejar lo que te sucede, y buscar ayuda de un profesional en el área de codependencia.
Este momento ofrece más claridad sobre nuestra situación: deseamos la estabilidad emocional y el bienestar, pero no sabemos cómo conseguirla.
Ya que no podemos atravesar el camino de manera desinformada, de mano de un profesional aprendemos a conocer la condición psicológica de la codependencia y las razones particulares que nos condujeron a volvernos codependientes.
Finalmente, tomar acciones para cambiar de vida es posible porque el deseo y el impulso de hacerlo ha venido de ti y estás en el lugar correcto para hacerlo.
Autoconocimiento con terapia
Una vez establecida la relación con un profesional, se comienza a hacer terapia para descubrir cuáles creencias arraigadas en ti debes desechar para tener la vida que deseas.
Los paradigmas inculcados en nosotros han sido absorbidos por nuestra crianza, entorno e incluso por la huella que dejaron generaciones anteriores en nuestra familia.
Por eso, este proceso es complejo y requiere que la persona ya esté dispuesta a recibir orientación sin resistencia o cuestionamientos del juicio del profesional.
Minucioso inventario moral de consciencia
Para finalizar, debemos realizar un análisis profundo de nosotros para revisar que, en efecto, ya somos más fuertes emocional y espiritualmente.
Este análisis nos permite aprender a:
- Poner límites saludables.
- Perder el miedo al abandono o a estar solo.
- Decir “no quiero esto” y elegir relaciones sanas.
- Saber que se puede ser feliz con o sin una persona determinada.
La terapia nos habrá ayudado a salir de la angustia de la situación en que solíamos estar y podremos concentrarnos en trabajar nuestros defectos.
Superaremos nuestro propio egoísmo que impedía que dejáramos ir a la otra persona y no sentiremos resentimiento de hacerlo.
Una evaluación franca y profunda de nuestra conciencia nos ayudará a sentar bases sólidas para trabajar en nuestro amor propio y un manejo saludable de relaciones interpersonales, donde hay equilibrio, reciprocidad y cada parte de la relación es autónoma y dependiente.
Está comprobado que es imposible obtener una buena recuperación en el codependiente si no se logra un verdadero y profundo conocimiento de sí mismo, y para esto es que es bueno realizar un inventario consciente que te ayudará a salir de la angustia interna que tienes.
¿Cómo tratar la codependencia? [Caso de estudio]
Marina era una mujer de 25 años que, cuando llegó a mi consulta, no había manera de consolarla. Entre sollozos, me iba relatando una historia que te estremecía por la crueldad del relato:
Marina comenzó una relación con su novio cuando solo tenía 18 años.
Al principio todo era perfecto, la relación era maravillosa, él era su príncipe azul y ella su princesa, pero tal y como fue avanzando en el tiempo, la relación se iba deteriorando, él empezó a prohibirle que se pusiera algunas prendas de ropa y ella, como prueba de su amor, lo hacía.
Además, pensaba en lo mucho que él la quería, ya que él le decía que su cuerpo solo lo podía ver él y que los demás chicos no tenían derecho a mirarla. Poco a poco, la iba manipulando y la fue apartando de amigos y familiares.
Después llegaron los insultos, las vejaciones y las amenazas. Marina se sentía sola, desvalida y en verdadero pánico ante la idea de dejarlo, lo que era peor que él la abandonara.
En la consulta, miró el móvil varias veces para ver si la había llamado, ya que venía a escondidas de él. Estaba muy nerviosa contando todo lo que le causaba angustia, pero por fin había dado el primer paso: estaba compartiendo lo que le pasaba y casi no se lo creía.
Ella me pedía que quería desenamorarse de él como fuese, que le hiciese algo que lo borrara de su cabeza, como si yo tuviese la varita mágica y pudiese salir curada de la consulta. Yo le explique que este era un proceso duro y complicado, pero que merecía la pena hacer el esfuerzo.
Con ella trabajé de manera conjunta las siguientes cosas:
- Prepararla para el proceso de desintoxicación. Ella, como muchas, era adicta a las relaciones afectivas y para poder enfrentar el problema primero debe comprometerse a emplear las diferentes herramientas tanto cognitivas, emocionales y conductuales otorgadas en terapia.
- Enseñarle a soportar esos momentos de ansiedad que le produce la ausencia de su pareja.
- Enseñarle a controlar sus estados emocionales depresivos, ya que su mente lo verá como una pérdida y no como una ganancia.
- Enseñarle a quererse y a valorarse, sin necesitar halagos externos para que eleven su autoestima y confianza.
- Acompañarle a recuperar a tus amigos y familiares que ha perdido durante estos años. Si son verdaderos, la estarían esperando.
- Sobre todo, la ayudé a recuperar su integridad como persona y su libertad personal.
Codependencia y alcoholismo en la familia
¿Cómo vencer la codependencia? Conclusiones
Para superar la codependencia, es importarte tener voluntad de hacerlo y estar dispuesto a trabajar de la mano de un profesional que haga más sencillo la montaña rusa de emociones que indiscutiblemente acompañan la superación de la codependencia. Actualmente es reconocido que el coaching funciona perfectamente.
Este proceso nos ayudará a diferenciar entre el instinto natural y el defecto de carácter.
Por ejemplo, el miedo es un instinto natural que nos protege en situaciones de peligro, como cuando vamos a nadar al mar y evitamos alejarnos de la orilla.
Sin embargo, temer y tenerle pavor a la soledad es un miedo que paraliza y que califica como un defecto de carácter.
Como se explica en el programa de los 12 pasos:
Al ser creados, fuimos dotados de instintos para un propósito. Sin ellos, no seríamos seres humanos completos. Si los hombres y las mujeres no se esforzaron por tener seguridad personal, si no se molestaran en cosechar su alimento o en construir sus moradas, no podrían sobrevivir. Si no se reprodujeran, la tierra no estaría poblada. Si no hubiera ningún instinto social, si a los seres humanos no les importara disfrutar de la compañía de sus semejantes, no existiría sociedad alguna. Por lo tanto, estos deseos -de relaciones sexuales, de seguridad material y emocional, y de compañerismo- sin duda provienen de Dios.
No obstante, estos instintos, tan necesarios para nuestra existencia, a menudo sobrepasan con mucho los límites de su función apropiada. Poderosa y ciegamente, y muchas veces de una manera sutil, nos impulsan, se apoderan de nosotros, e insisten en dominar nuestras vidas. Nuestros deseos de sexo, de seguridad material y emocional, y de un puesto eminente en la sociedad a menudo nos tiranizan. Cuando se salen así de sus cauces, los deseos naturales del ser humano, le crean grandes problemas; de hecho, casi todos los problemas que tenemos, tienen su origen aquí.
De ahí la importancia de complementar las emociones con racionalidad para que los instintos no se salgan de su cauce.
Recuerda: nadie puede utilizarte y convertirte en un instrumento sin tu consentimiento.